Hoy, 17 de Agosto se cumplen 160 años de la muerte del General San Martín.
Pero conmemorar su fallecimiento, no es solamente recordar su vida, su gesta patriótica, las batallas por la independencia tanto de Argentina como Chile y Perú, el mítico cruce de los Andes, hazaña no igualada por ningún pueblo. Esto seria simplemente un vano ejercicio de la memoria, un concurso de hechos y fechas.
Conmemorar debe permitirnos también reflexionar sobre sus ideales, los principios a los que hizo honor y en los que basó su vida aun a costa de su propio interés y en perjuicio de su gloria.
En estos momentos, tal vez seria útil hacer hincapié en uno de ellos: El apego y respeto a las leyes, principio al que San Martín hizo honor toda su vida, y por el que no dudó en recibir el castigo impuesto, cuándo por error incumplió las leyes aun por el mismo establecidas.
Si miramos nuestra Argentina actual, acaso nos caben estas reflexiones:
Si todo aquel que infringe una ley, por mas leve que fuera su falta, cumpliera la pena establecida, no solucionaríamos muchos de los graves problemas que nos afectan? No constituiríamos una sociedad mas justa?
La inseguridad, la corrupción, los accidentes viales no disminuirían?
Nuestros dirigentes, dan el ejemplo o son los primeros en infringirlas?
Los jueces, son dignos custodios de la aplicación de las mismas?
Tal vez, todos deberíamos seguir el ejemplo de San Martín y someternos al imperio de las leyes y exigir a quienes nos dirigen igual conducta.
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